Otros Versos racionales



Otros Versos racionales

 

 

 

Versos Racionales

 

De músicos, poetas

y locos todos tenemos un poco.

Refrán

 

Sublimo mis manías en arte o poesía,

sublimo mis tristezas en obras de arte o poemas,

sublimo mi ansiedad en creatividad,

mi locura como ninguna la sublimo en verso,

mi locura como ninguna la sublimo en arte,

 sublimo mi animalidad en arte o poesía.

Se subliman las ansiedades en ciencias,

se subliman las ansiedades en tareas,

también se subliman en lo laboral,

se canalizan en deportes,

otros no las canalizan en nada,

otros en nocivas adicciones,

o las descargan en contra del prójimo,

otros en buena diversión

otros en enfermiza diversión.

También se sublima en música,

la más bella de todas las artes,

también es la peor cuando

se pretende decir que el ruido

también es algún tipo de música,

con este verso hago una súplica

 de que sublimes y canalices tus "locuras"

en grandes actos de cordura de hobbies

o tareas en bienestar propio y en bienestar

 hacia todos los demás,

y no en el fastidio hacia los demás.

Sublimo mi faunalidad en apolinidad,

 o por lo menos es lo que siempre intento

 con la meta de ser menos animal

y siempre ser más apolíneo,

 para alcanzar la mercuralidad

de transmutarme en un Hermes Mercúrico,

que valga la pena que haya renacido

de las entrañas de la Tierra tal como un Plutón

que estalló como Vulcano,

que fue templado

por la veneridad de Venus

 para ascender al cielo

cual Júpiter y ser jovial

y no fulminar con el rayo

que cae sino como el rayo

que sube y asciende hasta

llegar a la Luna para amarla

y convertirme en un Sol cuando

 la Luna ya me haya eclipsado

 y ser la Luna de la Noche

, y ser el Sol que brilla para todos

en los días mientras soy

un Mercurio de la vida.

En estos versos confieso,

que soy apolíneo como Febo,

que soy animal como Fauno

que aspira a evolucionar

a ser un iluminado Mercurio,

 quien como Sol en el día,

quien como Estrella y Luna

en las noches como suave luz

entre todas las tinieblas.

Con éstos versos hago la súplica

que en el corazón entre la música

de sublimar los defectos en acciones

 o palabras que haga de uno un mejor ser

para beneficio de la humanidad.

 

 

 

Incertidumbre poética

 

La certeza no es cosa consabida,

 no sabemos a dónde va el alma,

después que abandonó el cuerpo en huida,

 sólo nos queda juntar las palmas y rezar

que vaya a un lugar mejor,

sólo imaginamos que va algún lugar,

 a algún lugar del universo, según mi religión,

como aliento al corazón,

 dependiendo de cómo fuiste en vida,

 vas al infierno, al purgatorio o al paraíso.

Los antiguos griegos creían que todas

las almas iban al Hades o un Inframundo,

destino de sufrimiento; los antiguos romanos

decía que era al Averno,

y que los héroes iban a los Elíseos.

Para los antiguos egipcios del Imperio Nuevo,

además del faraón,

todo el que pudiera costear

el proceso de momificación

 podía tener la consolación

y por fe llegar a la aspiración

de que su cuerpo preservado pudiera

 —después de ser juzgado

por los correspondientes dioses—

su alma, corazón y fuerza vital

 llegar a volver a reunirse todos

en su cuerpo momificado,

lo que implica que volvería a la vida

y pasar a vivir en con Osiris

a la eternidad en el mundo Aaru

— el paraíso según los antiguos egipcios—

 para ese más allá poder habitar,

el corazón del difunto tenía que llegar

en manos de Anubis u Horus

—un dios o el otro como psicopompos—

psicopompos: conductor de las almas,

y estar presente en la Confesión de Maat

—esa sala de tribunal de cuarenta y dos dioses

 que juzgan el corazón pesándola en la balanza

— esa psicostasis o psicostasia, — pesaje de las almas—

si no iguala el peso contra la pluma de Maat, Maat

—la justica y las cosas como deben ser—

no se reúnen el "ba" (la fuerza vital) con el "ka"

 (la fuerza anímica) en el cuerpo momificado

 formando nuevamente el "akh"

(el ser benéfico ontológico),

 y no pasa a vivir al paraíso-Aaru,

y entonces sería devorado,

el "alma-corazón" por un monstruo

 quimérico con cabeza de cocodrilo,

 cuerpo frontal y melena de león,

con parte trasera de hipopótamo,

ese monstruo quimérico

 que tiene por nombre Ammit

cuyo nombre tiene por significado

"la devoradora de muertos"

o "la devoradora del "alma-corazón"",

si te devora ese monstruo pasarías

 a ser parte de la nada, y la nada,

 pues, no existe, el mismo destino

 de la gente que no pudo momificar su cuerpo.

Los resultados del juicio contra la pluma de Maat

 ante la presencia del dios Osiris

son anotados por el dios escriba Tot.

Las momias egipcias siguen tan muertas

e inertes como siempre;

 no regresaron a la vida

 para irse al paraíso egipcio,

así que no hay certeza de que los cuerpos

 vuelven a la vida después de muertos.

No sé cómo millonarios excéntricos

pagan para ser criogenizados

para ser resucitados por la religión

de los grandes escépticos: la ciencia;

 bajo la creencia que la muerte es una enfermedad

que va a ser curada alguna vez,

 eso muestra que la ciencia

 sigue siendo en el fondo

una gran moderna alquimia

que sigue buscando el elixir,

el elixir de la vida perpetua,

y el oro bebible que cura todo.

La Psicostasis, Psicostasia

o el Pesaje de las Almas,

 forma parte de la iconografía

cristiana del Juicio Final.

La creencia cristiana es que el alma

sobrevive como ente después de la muerte,

y su salvación o condenación

dependerá del peso de los pecados

 contra las buenas obras en la balanza

de Dios en la cual pesan el alma

San Miguel Arcángel junto con el diablo,

 es la balanza del Juicio Final,

en la que juzgan la vida terrenal.

En la escena iconográfica San Miguel

figura como psicopompos,

y se encarga de pesar tus obras

en una balanza con dos platillos

donde se disponen las buenas

y las malas acciones.

El diablo interviene intentando

inclinar el platillo de las malas

obras a su lado por artimañas

para llevarse el alma.

 La iconografía suele completarse,

con momentos del Juicio Final,

con la espera de las almas

que van a ser juzgadas a un lado,

y al otro las de los justos dirigiéndose al cielo,

 y las de los condenados al infierno,

donde son engullidas

por la gran boca de Leviatán.

Hay que observar muy bien

que la iconografía cristiana

se parece a la egipcia,

así que me lleva a la incertidumbre

 de que mis creencias católicas

 son modificaciones cristianas

de creencias paganas,

lo que me deja que mi fe

 también puede ser un montón de patrañas.

Y qué certeza tiene la gente sobre lo futuro,

sólo prevemos algunas cosas por la lógica

de que ciertos factores

que tienen ciertas consecuencias,

 pero la mayor parte de lo que acontece

no es nada de lo que nos parece porque

la incertidumbre es la mayor constante del mundo.

¿Qué certeza tiene el poeta de lo que es poesía?

No soy conocedor de poesía contemporánea,

 ni vanguardista, ni posmoderna?

Lo más vanguardista es la anti-poesía,

y mi verso no tiene carácter en ese universo,

y para colmo poético es la incertidumbre poética,

no saber qué es en realidad poético,

para el hombre moderno o posmoderno

es difícil tener certeza de lo que es poesía, n

o como el caso del Siglo de Oro

en sus días cuando Lope de Vega

le explica en soneto, le explica a Violante

 qué es un soneto paso a paso en un soneto

que describe en verso cada característica

de lo que es el soneto, una verdadera metapoesía,

en el caso de Lope de Vega: un metasoneto

que describe dentro de un soneto qué es un soneto.

 Eso era en su tiempo era saber lo que es poesía,

 en la posmodernidad, no sabemos

de dónde venimos ni hacia dónde vamos,

 mucho menos hay certeza

de lo que es realmente poesía,

 la pesadumbre de la incertidumbre

 de la vida se le complica al poeta

 al mostrar su incertidumbre poética.

 

 

 

 

Manicomio

 

En verdad, un sanatorio

es un verdadero jolgorio

 que cada locura enajenada

que inventa hermosas demencias

para soportar la existencia,

 nada como la demencia buena.

 

 

Angustias

 

Las flores se ven mustias,

no sé si sea por mi angustia,

esa llamada angustia existencial.

Qué triste se ve el platanal,

ese verdor no me tranquiliza,

es que la vida deprisa mata

 de frente a la felicidad.

Esa llamada angustia existencial,

la angustia de ser un ser consciente

 que llora muy sonriente

ante la inevitable amargura,

 toda esa inmensa tortura

 que inventa mucha arte

para que no se espante

en la búsqueda de la felicidad.

 


Fernando José Padilla donfjp fjp

 

 


 

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