Leyenda Solar Lunática
Leyenda Solar Lunática
Fernando José Padilla donfjp
La Leyenda cuenta, así, ensoñaciones,
cuando a la Luna canto en mi sentir,
con luz de inspiración, revelaciones,
los rayos de la Luna, al escribir,
dictaron esta Leyenda, mis acciones,
venciendo a Fóbetor, sin desistir,
Fántaso y Morfeo, en mis visiones,
me lo dictaron todo, al percibir,
en sueños, esta historia, mis pasiones.
La Leyenda cuenta, ensoñaciones,
cuando a la Luna canto en mi sentir,
con luz de inspiración, revelaciones,
los rayos de la Luna, al escribir,
dictaron esta Leyenda, mis acciones,
venciendo a Fóbetor, sin desistir,
Fántaso y Morfeo, en mis visiones,
me lo dictaron todo, al percibir,
en sueños, esta historia, mis pasiones.
La casa, estructura singular,
bohíos caribeños evocaba,
arquitectura de cafetal,
donde la alquímica sanación obraba,
de Ambarina, niña sin igual,
de tres años, que el milagro hallaba.
Decían los rumores, sin cesar,
Godofredo no era gemelo fiel,
de Fridoñanti, sin dudar,
sino su doppelgänger, en su papel.
Sigfrido Silvano, al recordar,
pseudónimo de Fridoñati, cruel,
a los catorce años, al enviar
al paraíso a Eudora, con dolor,
El Milagro de la Rosa, al obrar,
por miedo a la persecución, su clamor.
Las leyendas, de boca en boca, al pasar,
no se supo todo, con razón,
cuentos sinrazón, al inventar,
encriptados en verso, con pasión,
para que los descifren, al mirar,
los de noble corazón, sin dilación,
que siguen con ahínco, al luchar,
creyendo, aunque los tilden de locos,
y prueban su grandeza, al brillar,
y Dios en su esplendor, en todos los focos.
La Leyenda cuenta, ensoñaciones,
cuando a la Luna canto en mi sentir,
con luz de inspiración, revelaciones,
los rayos de la Luna, al escribir,
dictaron esta Leyenda, mis acciones,
venciendo a Fóbetor, sin desistir,
Fántaso y Morfeo, en mis visiones,
me lo dictaron todo, al percibir,
en sueños, esta historia, mis pasiones.
La casa, estructura singular,
bohíos caribeños evocaba,
arquitectura de cafetal,
donde la alquímica sanación obraba,
de Ambarina, niña sin igual,
de tres años, que el milagro hallaba.
Decían los rumores, sin cesar,
Godofredo no era gemelo fiel,
de Fridoñanti, sin dudar,
sino su doppelgänger, en su papel.
Sigfrido Silvano, al recordar,
pseudónimo de Fridoñati, cruel,
a los catorce años, al enviar
al paraíso a Eudora, con dolor,
El Milagro de la Rosa, al obrar,
por miedo a la persecución, su clamor.
Las leyendas, de boca en boca, al pasar,
no se supo todo, con razón,
cuentos sinrazón, al inventar,
encriptados en verso, con pasión,
para que los descifren, al mirar,
los de noble corazón, sin dilación,
que siguen con ahínco, al luchar,
creyendo, aunque los tilden de locos,
y prueban su grandeza, al brillar,
y Dios en su esplendor, en todos los focos.
La Leyenda cuenta, ensoñaciones,
cuando a la Luna canto en mi sentir,
con luz de inspiración, revelaciones,
los rayos de la Luna, al escribir,
dictaron esta Leyenda, mis acciones,
venciendo a Fóbetor, sin desistir,
Fántaso y Morfeo, en mis visiones,
me lo dictaron todo, al percibir,
en sueños, esta historia, mis pasiones.
La casa, estructura singular,
bohíos caribeños evocaba,
arquitectura de cafetal,
donde la alquímica sanación obraba,
de Ambarina, niña sin igual,
de tres años, que el milagro hallaba.
Decían los rumores, sin cesar,
Godofredo no era gemelo fiel,
de Fridoñanti, sin dudar,
sino su doppelgänger, en su papel.
Sigfrido Silvano, al recordar,
pseudónimo de Fridoñati, cruel,
a los catorce años, al enviar
al paraíso a Eudora, con dolor,
El Milagro de la Rosa, al obrar,
por miedo a la persecución, su clamor.
Las leyendas, de boca en boca, al pasar,
no se supo todo, con razón,
cuentos sinrazón, al inventar,
encriptados en verso, con pasión,
para que los descifren, al mirar,
los de noble corazón, sin dilación,
que siguen con ahínco, al luchar,
creyendo, aunque los tilden de locos,
y prueban su grandeza, al brillar,
y Dios en su esplendor, en todos los focos.
La Leyenda cuenta, ensoñaciones,
cuando a la Luna canto en mi sentir,
con luz de inspiración, revelaciones,
los rayos de la Luna, al escribir,
dictaron esta Leyenda, mis acciones,
venciendo a Fóbetor, sin desistir,
Fántaso y Morfeo, en mis visiones,
me lo dictaron todo, al percibir,
en sueños, esta historia, mis pasiones.
La casa, estructura singular,
bohíos caribeños evocaba,
arquitectura de cafetal,
donde la alquímica sanación obraba,
de Ambarina, niña sin igual,
de tres años, que el milagro hallaba.
Decían los rumores, sin cesar,
Godofredo no era gemelo fiel,
de Fridoñanti, sin dudar,
sino su doppelgänger, en su papel.
Sigfrido Silvano, al recordar,
pseudónimo de Fridoñati, cruel,
a los catorce años, al enviar
al paraíso a Eudora, con dolor,
El Milagro de la Rosa, al obrar,
por miedo a la persecución, su clamor.
Las leyendas, de boca en boca, al pasar,
no se supo todo, con razón,
cuentos sinrazón, al inventar,
encriptados en verso, con pasión,
para que los descifren, al mirar,
los de noble corazón, sin dilación,
que siguen con ahínco, al luchar,
creyendo, aunque los tilden de locos,
y prueban su grandeza, al brillar,
y Dios en su esplendor, en todos los focos.
La Leyenda cuenta, ensoñaciones,
cuando a la Luna canto en mi sentir,
con luz de inspiración, revelaciones,
los rayos de la Luna, al escribir,
dictaron esta Leyenda, mis acciones,
venciendo a Fóbetor, sin desistir,
Fántaso y Morfeo, en mis visiones,
me lo dictaron todo, al percibir,
en sueños, esta historia, mis pasiones.
La casa era una estructura,
bohíos caribeños, su imagen,
arquitectura con cultura,
donde ocurrió el metafísico viaje,
de Ambarina, pequeña criatura,
por Fridoñati, un gran mensaje.
Fue en la Palmera Espinosa,
Barrio Patella del Ermitaño,
un tres de octubre, gloriosa,
del año mil novecientos siete, extraño.
María Celeste y Perla, dichosa,
vieron la alquímica sanación, sin engaño.
Y le preguntaron, curiosas,
a Fridoñati, con gran devoción,
si él era Dios, entre ansiosas,
Melibea, Lílit, sin compasión,
Deseleunina, perversas,
oyeron a Perla y María Celeste,
ninguna creyó, adversas,
la sanación, con corazón agreste.
No solo vida perra, funestas,
sino también el alma, sin bondad,
no creen ni a un enviado, molestas,
ni aunque un milagro vean en verdad.
Fridoñati, con palabras honestas,
dijo a Perla y María Celeste,
que era un ángel, en sus respuestas,
enviado de Dios, con un don celeste,
para probar a la ciencia, en sus gestas,
que sí hay un Dios, con poder sin par,
Melibea y Deseleunina, en sus fiestas,
no creyeron nada, sin poder mirar.
Su vida putrefacta, sin luz,
no las deja ver las maravillas,
el rayo de sanación, con cruz,
cambió a ira, con fulgurillas,
pero a Melibea y Deseleunina,
que conoció de niños, con amor,
no las fulminó, divina,
y por error, con gran dolor,
fulminó a la perra preñada,
de Asclespios, la Gran Mastín,
extraviada, desamparada,
toda la gente lo acusó, sin
II.
Las identidades de Fridoñanti
Aunque hay poesía, hay congojo,
la gente lo acusó, con enojo.
Todos menos Perla y María Celeste,
fueron donde el cura Ruperto, sin chiste,
para organizar una horda de linchamiento,
fueron donde el médico Asclespios, con lamento,
para que se enterara que con brujería,
mataron a su perra, con felonía.
Fridoñati huyó, con gran desatino,
hasta refugiarse en el castillo, peregrino,
en el Castillo San Fernando de Yomairis,
corriendo se lastimó una rodilla, con desaires,
y quedó siempre cojo, con pesares,
en sus versos y conjuros, sin pares,
y grimorios de acongojo,
encontró un libro de Hechicería,
o eso es lo que conoció esta poesía,
con una ilustración del Sol y la Luna,
en la cual el Sol penetraba, oportuna,
con sus rayos a la Luna,
y descifró las palabras mágicas,
de las Nupcias Alquímicas,
y descifró las palabras mágicas,
de las Nupcias Metafísicas,
y descifró las palabras mágicas,
de la Gran Obra de Todas las Obras,
las palabras mágicas del Opus Mágnum,
de los Opus Mágnum,
y descifró las palabras mágicas,
de la Magnificavi Ópera,
las palabras mágicas del Gran Trabajo,
de Todos los Trabajos,
cuentan los lugareños, con gran espacio,
que se esfumó en el Tiempo y Espacio,
tal vez por algún trabajo hechicero,
o mágico, con gran esmero,
pues desapareció, se desvaneció,
en un 3 de octubre de 1907,
desde el Castillo San Fernando de Yomairis,
y apareció mágicamente atado,
como iluminado loco,
que de músicos, poetas y locos,
todos un poco,
en la Antigua Casa Sanatorio de Locos,
en un 25 de abril de 1908,
al sur de la Islita de San Juan Evangelista,
él decía que su Poesía, con gran conquista,
era su Laboratorio Alquimista,
y conoció a la Sacro Santísima Luna Selenia,
la hermosísima Josuamairis Gunsálvelez Garza,
quien se convirtió sacramente preñada,
en la Estrella de la Mañana,
no se sabe qué pasó con el Sol,
que fecundó virginalmente a la Selenia,
sólo se sabe que sale como lobo,
y como gato y como múcaro,
cantándole a la luna, con gran reparo,
poder retornar a su Selenia,
y que su cuerpo humano y mundano,
está como Rip Van Winkle,
en un sueño cuasi sempiterno,
clamado que ella venga,
y ver a su Emperatriz, con gran arenga,
quien Él es su Rey, con gran empeño,
y poder ver su Semilla Metafísica,
y hacer la Gran Obra juntos,
como lo que son, Esposos de Nupcias Alquímicas.
Fridoñati se desvaneció de este mundo,
no se sabe si cayó en un averno profundo,
y cuando Josuamaris fue donde el otra vez,
Él se hizo águila para vencer la serpiente,
y tras de un pez,
Ella encontró unos papeles manuscritos,
que decían la bella encantadora poesía,
de hechicería:
Profecía Leyenda del Sol y la Luna
El Sol como autoridad sagrada
acusado de locura que era cordura
conquistando a la Luna toda racional,
esto lo previó, don Anastasio, un cura,
en unas nupcias metafísicas,
de palabra encarnada,
lo previó para el año mil seiscientos sesenta y cinco,
diciendo que el Sol tendría un nombre,
como el archiduque don Fernando,
que el Sol iba a ser un Querubín hecho hombre,
y el Sol estaba con cicatrices,
y todo magullado,
por todos los signos del Zodiaco que venció,
y a todos los venenos que le dieron,
para que negara su versión,
don Anastasio lo previó trescientos trece años,
trescientos trece años antes que el Sol naciera,
y que iba a ser un Gran Príncipe Querubín de la Verdad,
en la lucha de la luz y las sombras,
con el poder de la palabra y el arte magna,
del espíritu eferveciendo en rayo de luz de magma,
el Sol con todas sus cicatrices en el cuerpo,
por haber vencido a los signos del Zodiaco,
sólo le quedaba una túnica o harapo,
y penetró con lumbre la caverna,
de la Estrella Selenia,
sin nunca jamás haber entrado por el puerto,
y su fiel águila de fuego y bicéfala,
que la envió con lumbre volando en su caduceo,
y conquistó al gran búho racional de la Luna,
Ella, quien es todas las Constelaciones,
y Ella es también toda la Noche,
con armadura, lanza y escudo,
y su gran mochuelo sabio,
y los sentidos del Sol,
detectaron la esterlina plata,
del bendito esterlino vientre de la Luna,
y lanza las palabras que conjuran,
la Boda Metafísica, con el caduceo,
volando en el águila bicéfala del Sol,
del cielo conjugándose con el bicéfalo,
pavo real de la Luna en la conjunción,
del Cielo con la Tierra y la Luna y el Sol,
haciendo lumbre y palabras de vida,
en los diamantes de la caverna de la Selenia,
sembrando Luz en este Mundo,
sembrando la Estabilidad de Dios,
con el Pilar de los Treinta y Tres Linteles;
y hace como trescientos años,
fue un cura jesuita,
quien anticipó y previó su vista,
trescientos trece años antes que el Sol naciera,
y que sólo se iba a llamar,
se iba llamar muy similar,
como el archiduque de Habsburgo,
como el archiduque don Fernando,
lo previó, un cura, don Anastasio,
y parece una verdadera locura,
que la Iglesia que previó su venida,
fueron los que le fastidiaron la vida,
los católicos lo acusaron de locura y herejía,
y fue en un libro de sagrada hechicería,
en la que el Sol descubrió que un cura,
fue quien precognoció su venida,
y Él envió su caduceo volando en rayo de luz,
dentro del vientre de la Sacro Santa Emperatriz,
o la Gran Perfecta Argenta Estrella Luna Selenia,
la Estrella Partenogenética,
la Sacra Partenomatriz.
III. La tragedia de Eleidina Cruceta
Así cuenta esta Leyenda,
que cuando la vi en mis ensoñaciones,
de cuando le canto a la luna,
la vi con una luz de inspiraciones,
y sentí que los rayos de la luna,
eran los que me dictaron esta Leyenda,
y dice toda la Verdad siempre es Media,
como la Media Luna de mis ensueños.
Eleidina Cruceta, dicen que nadie le creyó su visión,
de un sol que hablaría todo en español,
tal parece que alguien le envió un maleficio,
y cuando estaba alimentando a sus gallinas,
un demonio o diablo se le apareció,
se abrió la tierra y se la tragó...
...su esposo, Miguelo Patror,
y su hijito Erictonio huyeron,
a la nación Gran Águila de Unión de Emérico,
y abandonaron a la Islita de San Juan Evangelista,
dicen que el Sol que se casó metafísicamente con la Selenia,
envió al Potente Arcángel Miguel de las Potestades,
con toda su Legión de Dios comandada por los Querubines,
a reclamar de los infiernos el alma de Eleidina,
y trasladarla al Purgatorio,
para que tenga un chance para el Paraíso.
Así contó esta Leyenda,
que cuando la vi en mis ensoñaciones,
de cuando le canto a la Luna,
la vi con una luz de inspiraciones,
y sentí que los rayos de la luna,
eran los que me dictaron esta Leyenda,
y dice toda la Verdad siempre es Media,
como la Media Luna de mis ensueños.
IV. Profecía Leyenda del Sol y la Luna
Así cuenta esta Leyenda,
que cuando la vi en mis ensoñaciones
de cuando le canto a la luna
la vi con una luz de inspiraciones,
y sentí que los rayos de la luna
eran los que me dictaron esta Leyenda,
y dice toda la Verdad siempre es Media,
como la Media Luna de mis ensueños.
El Sol como autoridad sagrada,
acusado de locura que era cordura,
conquistando a la Luna toda racional,
esto lo previó, don Anastasio, un cura,
en unas nupcias metafísicas,
de palabra encarnada,
lo previó para el año mil seiscientos sesenta y cinco,
diciendo que el Sol tendría un nombre,
como el archiduque don Fernando,
que el Sol iba a ser un Querubín hecho hombre,
y el Sol estaba con cicatrices,
y todo magullado,
por todos los signos del Zodiaco que venció,
y a todos los venenos que le dieron
para que negara su versión,
don Anastasio lo previó trescientos trece años,
trescientos trece años antes que el Sol naciera,
y que iba a ser un Gran Príncipe Querubín de la Verdad,
en la lucha de la luz y las sombras
con el poder de la palabra y el arte magna,
del espíritu eferveciendo en rayo de luz de magma,
el Sol con todas sus cicatrices en el cuerpo
por haber vencido a los signos del Zodiaco
sólo le quedaba una túnica o harapo
y penetró con lumbre la caverna
de la Estrella Selenia
sin nunca jamás haber entrado por el puerto
y su fiel águila de fuego y bicéfala
que la envió con lumbre volando en su caduceo
y conquistó al gran búho racional de la Luna,
Ella, quien es todas las Constelaciones,
y Ella es también toda la Noche
con armadura, lanza y escudo
y su gran mochuelo sabio,
y los sentidos del Sol
detectaron la esterlina plata
del bendito esterlino vientre de la Luna
y lanza las palabras que conjuran
la Boda Metafísica, con el caduceo
volando en el águila bicéfala del Sol
del cielo conjugándose con el bicéfalo
pavo real de la Luna en la conjunción
del Cielo con la Tierra y la Luna y el Sol
haciendo lumbre y palabras de vida
en los diamantes de la caverna de la Selenia,
sembrando Luz en este Mundo,
sembrando la Estabilidad de Dios
con el Pilar de los Treinta y Tres Linteles;
y hace como trescientos años,
fue un cura jesuita,
quien anticipó y previó su vista,
trescientos trece años antes que el Sol naciera,
y que sólo se iba a llamar,
se iba llamar muy similar
como el archiduque de Habsburgo
como el archiduque don Fernando,
lo previó, un cura, don Anastasio,
y parece una verdadera locura
que la Iglesia que previó su venida
fueron los que le fastidiaron la vida
los católicos lo acusaron de locura y herejía
y fue en un libro de sagrada hechicería
en la que el Sol descubrió que un cura
fue quien precognoció su venida,
y Él envió su caduceo volando en rayo de luz
dentro del vientre de la Sacro Santa Emperatriz
o la Gran Perfecta Argenta Estrella Luna Selenia,
la Estrella Partenogenética, la Sacra Partenomatriz.
V. El Sol y la Luna
Así cuenta esta Leyenda,
que cuando la vi en mis ensoñaciones
de cuando le canto a la luna
la vi con una luz de inspiraciones,
y sentí que los rayos de la luna
eran los que me dictaron esta Leyenda,
y dice toda la Verdad siempre es Media,
como la Media Luna de mis ensueños.
El Sol y la Luna, en singular unión,
dos astros que rigen nuestra creación,
el Sol, con su luz, fuente de vida y calor,
la Luna, en la noche, con mágico fulgor.
Juntos en el cielo, en danza celestial,
unidos por siempre, en ciclo eternal.
VI. El Caduceo
Así cuenta esta Leyenda,
que cuando la vi en mis ensoñaciones
de cuando le canto a la luna
la vi con una luz de inspiraciones,
y sentí que los rayos de la luna
eran los que me dictaron esta Leyenda,
y dice toda la Verdad siempre es Media,
como la Media Luna de mis ensueños.
El caduceo, símbolo ancestral,
dos serpientes que ascienden en espiral,
un báculo alado, poder y sanación,
equilibrio perfecto, divina unión.
Mercurio lo porta, mensajero veloz,
entre el cielo y la tierra, su voz.
VII. El Águila Bicéfala
Así cuenta esta Leyenda,
que cuando la vi en mis ensoñaciones
de cuando le canto a la luna
la vi con una luz de inspiraciones,
y sentí que los rayos de la luna
eran los que me dictaron esta Leyenda,
y dice toda la Verdad siempre es Media,
como la Media Luna de mis ensueños.
El águila bicéfala, imagen real,
dos cabezas que miran, sin igual,
pasado y futuro, en visión dual,
poderío y fuerza, sin final.
Emblema de reinos, de estirpe y honor,
majestuosa ave, de gran valor.
VIII. El Búho Racional
Así cuenta esta Leyenda,
que cuando la vi en mis ensoñaciones
de cuando le canto a la luna
la vi con una luz de inspiraciones,
y sentí que los rayos de la luna
eran los que me dictaron esta Leyenda,
y dice toda la Verdad siempre es Media,
como la Media Luna de mis ensueños.
El búho racional, ave de la noche,
sabiduría y misterio, en su derroche,
ojos penetrantes, que todo lo ven,
símbolo de Atenea, saber y bien.
Compañero de la Luna, en su viaje astral,
guardián de secretos, sin igual.
IX. Las Constelaciones
Así cuenta esta Leyenda,
que cuando la vi en mis ensoñaciones
de cuando le canto a la luna
la vi con una luz de inspiraciones,
y sentí que los rayos de la luna
eran los que me dictaron esta Leyenda,
y dice toda la Verdad siempre es Media,
como la Media Luna de mis ensueños.
Las constelaciones, luces en la negrura,
dibujos celestes, de gran hermosura,
historias contadas en puntos de luz,
mitos y leyendas, con gran profusión.
Cada estrella un mundo, un sueño por crear,
en la inmensidad del firmamento estelar.
X. La Noche
Así cuenta esta Leyenda,
que cuando la vi en mis ensoñaciones
de cuando le canto a la luna
la vi con una luz de inspiraciones,
y sentí que los rayos de la luna
eran los que me dictaron esta Leyenda,
y dice toda la Verdad siempre es Media,
como la Media Luna de mis ensueños.
La noche, manto oscuro, misterio y calma,
donde la Luna brilla, con su alma,
el Sol descansa, tras su largo día,
y las estrellas cantan, en melodía.
Tiempo de sueños, de magia y reflexión,
la noche nos envuelve, en su protección.
XI. Armadura, Lanza y Escudo
Así cuenta esta Leyenda,
que cuando la vi en mis ensoñaciones
de cuando le canto a la luna
la vi con una luz de inspiraciones,
y sentí que los rayos de la luna
eran los que me dictaron esta Leyenda,
y dice toda la Verdad siempre es Media,
como la Media Luna de mis ensueños.
Armadura, lanza y escudo, símbolos de guerra,
protección y defensa, en la tierra,
el caballero valiente, con su armadura brillante,
la lanza afilada, en el combate constante,
el escudo fuerte, para resistir el golpe,
herramientas de lucha, en el campo de tropel.
XII. El Mochuelo Sabio
Así cuenta esta Leyenda,
que cuando la vi en mis ensoñaciones
de cuando le canto a la luna
la vi con una luz de inspiraciones,
y sentí que los rayos de la luna
eran los que me dictaron esta Leyenda,
y dice toda la Verdad siempre es Media,
como la Media Luna de mis ensueños.
El mochuelo sabio, pequeño y discreto,
compañero fiel, de gran respeto,
ojos que observan, en la oscuridad,
sabiduría antigua, en su mirar.
Guardián de secretos, consejero leal,
el mochuelo nos guía, en el sendero ideal.
XII. Los Sentidos del Sol
Así cuenta esta Leyenda,
que cuando la vi en mis ensoñaciones
de cuando le canto a la luna
la vi con una luz de inspiraciones,
y sentí que los rayos de la luna
eran los que me dictaron esta Leyenda,
y dice toda la Verdad siempre es Media,
como la Media Luna de mis ensueños.
Los sentidos del Sol, ¡qué cosa más bizarra!,
no son como los nuestros, ¡qué va, mi pana!,
ven más allá de lo que el ojo alcanza,
oyen el silencio, ¡y hasta la esperanza!
Huelen el futuro, ¡qué locura, hermano!,
y el gusto... ¡a gloria, todo lo que es sano!
El tacto del Sol, ¡es pura energía!,
¡te abraza el alma, con su melodía!
XIII. La Esterlina Plata
Así cuenta esta Leyenda,
que cuando la vi en mis ensoñaciones
de cuando le canto a la luna
la vi con una luz de inspiraciones,
y sentí que los rayos de la luna
eran los que me dictaron esta Leyenda,
y dice toda la Verdad siempre es Media,
como la Media Luna de mis ensueños.
La esterlina plata, ¡qué metal tan fino!,
¡brilla con la Luna, en un destino!,
pureza y blancura, ¡como la verdad!,
¡reflejo del alma, en la eternidad!
La Luna la guarda, ¡con celo y amor!,
¡tesoro del cielo, de gran valor!
XIV. El Bendito Esterlino Vientre de la Luna
Así cuenta esta Leyenda,
que cuando la vi en mis ensoñaciones
de cuando le canto a la luna
la vi con una luz de inspiraciones,
y sentí que los rayos de la luna
eran los que me dictaron esta Leyenda,
y dice toda la Verdad siempre es Media,
como la Media Luna de mis ensueños.
El vientre de la Luna, ¡bendito lugar!,
¡donde la vida empieza, sin igual!,
esterlino y puro, ¡como el manantial!,
¡fuente de misterio, celestial!
El Sol lo fecunda, ¡con su ardiente amor!,
¡y nace la vida, con su esplendor!
XV. Las Palabras que Conjuran
Así cuenta esta Leyenda,
que cuando la vi en mis ensoñaciones
de cuando le canto a la luna
la vi con una luz de inspiraciones,
y sentí que los rayos de la luna
eran los que me dictaron esta Leyenda,
y dice toda la Verdad siempre es Media,
como la Media Luna de mis ensueños.
Las palabras que conjuran, ¡qué poder tan grande!,
¡pueden crear mundos, o hacer que se expandan!,
son la llave mágica, ¡a la realidad!,
¡el verbo creador, en su majestad!
Úsalas con cuidado, ¡mi hermano, por favor!,
¡que la magia existe, y tiene su valor!
XVI. Los Sentidos del Sol
Así cuenta esta Leyenda,
que cuando la vi en mis ensoñaciones
de cuando le canto a la luna
la vi con una luz de inspiraciones,
y sentí que los rayos de la luna
eran los que me dictaron esta Leyenda,
y dice toda la Verdad siempre es Media,
como la Media Luna de mis ensueños.
Los sentidos del Sol, ¡qué cosa más bizarra!,
no son como los nuestros, ¡qué va, mi pana!,
ven más allá de lo que el ojo alcanza,
oyen el silencio, ¡y hasta la esperanza!
Huelen el futuro, ¡qué locura, hermano!,
y el gusto... ¡a gloria, todo lo que es sano!
El tacto del Sol, ¡es pura energía!,
¡te abraza el alma, con su melodía!
XVII. La Esterlina Plata
Así cuenta esta Leyenda,
que cuando la vi en mis ensoñaciones
de cuando le canto a la luna
la vi con una luz de inspiraciones,
y sentí que los rayos de la luna
eran los que me dictaron esta Leyenda,
y dice toda la Verdad siempre es Media,
como la Media Luna de mis ensueños.
La esterlina plata, ¡qué metal tan fino!,
¡brilla con la Luna, en un destino!,
pureza y blancura, ¡como la verdad!,
¡reflejo del alma, en la eternidad!
La Luna la guarda, ¡con celo y amor!,
¡tesoro del cielo, de gran valor!
XVIII. El Bendito Esterlino Vientre de la Luna
Así cuenta esta Leyenda,
que cuando la vi en mis ensoñaciones
de cuando le canto a la luna
la vi con una luz de inspiraciones,
y sentí que los rayos de la luna
eran los que me dictaron esta Leyenda,
y dice toda la Verdad siempre es Media,
como la Media Luna de mis ensueños.
El vientre de la Luna, ¡bendito lugar!,
¡donde la vida empieza, sin igual!,
esterlino y puro, ¡como el manantial!,
¡fuente de misterio, celestial!
El Sol lo fecunda, ¡con su ardiente amor!,
¡y nace la vida, con su esplendor!
XIX. Las Palabras que Conjuran
Así cuenta esta Leyenda,
que cuando la vi en mis ensoñaciones
de cuando le canto a la luna
la vi con una luz de inspiraciones,
y sentí que los rayos de la luna
eran los que me dictaron esta Leyenda,
y dice toda la Verdad siempre es Media,
como la Media Luna de mis ensueños.
Las palabras que conjuran, ¡qué poder tan grande!,
¡pueden crear mundos, o hacer que se expandan!,
son la llave mágica, ¡a la realidad!,
¡el verbo creador, en su majestad!
Úsalas con cuidado, ¡mi hermano, por favor!,
¡que la magia existe, y tiene su valor!
XX.
La Boda Metafísica
Así
cuenta esta Leyenda,
que
cuando la vi en mis ensoñaciones
de
cuando le canto a la luna
la
vi con una luz de inspiraciones,
y
sentí que los rayos de la luna
eran
los que me dictaron esta Leyenda,
y
dice toda la Verdad siempre es Media,
como
la Media Luna de mis ensueños.
La
boda metafísica, unión sagrada,
del Sol y la Luna, en noche estrellada,
dos almas gemelas, que al fin se encontraron,
y
en un abrazo eterno, se fusionaron.
Amor infinito, sin tiempo ni espacio,
la boda perfecta, en un mundo de palacio.
XXI.
El Caduceo Volando en el Águila Bicéfala del Sol
Así
cuenta esta Leyenda,
que
cuando la vi en mis ensoñaciones
de
cuando le canto a la luna
la
vi con una luz de inspiraciones,
y
sentí que los rayos de la luna
eran
los que me dictaron esta Leyenda,
y
dice toda la Verdad siempre es Media,
como
la Media Luna de mis ensueños.
El
caduceo vuela, en águila bicéfala,
del Sol, mensajero, con fuerza que habla,
símbolos
unidos, en un solo ser,
poder y sabiduría, al amanecer.
La luz y la sombra, en perfecta armonía,
el
caduceo guía, con su melodía
.
XXII.
El Cielo Conjugándose con el Bicéfalo Pavo Real de la Luna
Así
cuenta esta Leyenda,
que
cuando la vi en mis ensoñaciones
de
cuando le canto a la luna
la
vi con una luz de inspiraciones,
y
sentí que los rayos de la luna
eran
los que me dictaron esta Leyenda,
y
dice toda la Verdad siempre es Media,
como
la Media Luna de mis ensueños.
El
cielo se une, con el pavo real,
bicéfalo y bello, sin igual, de la Luna,
reina de la noche serena,
en
una danza cósmica, que llena.
Dos
mundos que chocan
,
en suave vaivén, el cielo
y
la tierra, en un solo Edén.
XXIII.
Lumbre y Palabras de Vida
Así
cuenta esta Leyenda,
que
cuando la vi en mis ensoñaciones
de
cuando le canto a la luna
la
vi con una luz de inspiraciones,
y
sentí que los rayos de la luna
eran
los que me dictaron esta Leyenda,
y
dice toda la Verdad siempre es Media,
como
la Media Luna de mis ensueños.
Lumbre
y palabras, ¡qué gran poder!,
para
crear vida, y hacer florecer,
la
luz del Sol, que da calor y aliento,
las palabras mágicas, en el firmamento.
Juntas en armonía, en un canto vital,
lumbre
y palabras, ¡un regalo celestial!
XXIV.
Los Diamantes de la Caverna de la Selenia
Así
cuenta esta Leyenda,
que
cuando la vi en mis ensoñaciones
de
cuando le canto a la luna
la
vi con una luz de inspiraciones,
y
sentí que los rayos de la luna
eran
los que me dictaron esta Leyenda,
y
dice toda la Verdad siempre es Media,
como
la Media Luna de mis ensueños.
Diamantes
brillan, en la caverna oscura,
de
Selenia, bella y pura, tesoros ocultos,
en la profundidad, belleza y misterio,
en
la realidad. Reflejos de la Luna,
en su vientre sagrado, diamantes de luz,
en
un mundo encantado.
XXV.
Sembrando Luz en este Mundo
Así
cuenta esta Leyenda,
que
cuando la vi en mis ensoñaciones
de
cuando le canto a la luna
la
vi con una luz de inspiraciones,
y
sentí que los rayos de la luna
eran
los que me dictaron esta Leyenda,
y
dice toda la Verdad siempre es Media,
como
la Media Luna de mis ensueños.
Sembrando
luz, en este mundo incierto,
con
cada palabra, con cada concierto,
luz de esperanza, en la oscuridad,
para
guiar almas, a la verdad.
El Sol y la Luna, en su eterno abrazo,
sembrando
luz, en cada paso.
XXVI.
La Estabilidad de Dios
Así
cuenta esta Leyenda,
que
cuando la vi en mis ensoñaciones
de
cuando le canto a la luna
la
vi con una luz de inspiraciones,
y
sentí que los rayos de la luna
eran
los que me dictaron esta Leyenda,
y
dice toda la Verdad siempre es Media,
como
la Media Luna de mis ensueños
La
estabilidad de Dios, roca firme,
en
medio del caos, siempre redime,
fe y confianza, en su poder sin igual,
un refugio seguro, en el temporal.
Dios
es el centro, el eje, la verdad,
estabilidad
eterna, en la eternidad.
XXVI.
El Pilar de los Treinta y Tres Linteles
Así cuenta esta Leyenda,
que cuando la vi en mis ensoñaciones
de cuando le canto a la luna
la vi con una luz de inspiraciones,
y sentí que los rayos de la luna
eran los que me dictaron esta Leyenda,
y dice toda la Verdad siempre es Media,
como la Media Luna de mis ensueños.
El
pilar se alza, con treinta y tres linteles
,
símbolo de fuerza, en los vergeles,
escalera
al cielo, en cada peldaño,
un
camino de luz, sin engaño.
Treinta
y tres pasos, hacia la perfección,
el
pilar nos guía, con su bendición.
XXVII.
La Boda Metafísica
Así cuenta esta Leyenda,
que cuando la vi en mis ensoñaciones
de cuando le canto a la luna
la vi con una luz de inspiraciones,
y sentí que los rayos de la luna
eran los que me dictaron esta Leyenda,
y dice toda la Verdad siempre es Media,
como la Media Luna de mis ensueños.
La
boda metafísica, unión sagrada,
del Sol y la Luna, en noche estrellada,
dos
almas gemelas, que al fin se encontraron,
y
en un abrazo eterno, se fusionaron.
Amor
infinito, sin tiempo ni espacio,
la boda perfecta, en un mundo de palacio.
XXVIII.
El Caduceo Volando en el Águila Bicéfala del Sol
Así cuenta esta Leyenda,
que cuando la vi en mis ensoñaciones
de cuando le canto a la luna
la vi con una luz de inspiraciones,
y sentí que los rayos de la luna
eran los que me dictaron esta Leyenda,
y dice toda la Verdad siempre es Media,
como la Media Luna de mis ensueños.
El
caduceo vuela, en águila bicéfala, del Sol,
mensajero,
con fuerza que habla,
símbolos
unidos, en un solo ser,
poder y sabiduría, al amanecer.
La luz y la sombra, en perfecta armonía,
el
caduceo guía, con su melodía.
XIX.
El Cielo Conjugándose con el Bicéfalo Pavo Real de la Luna
Así cuenta esta Leyenda,
que cuando la vi en mis ensoñaciones
de cuando le canto a la luna
la vi con una luz de inspiraciones,
y sentí que los rayos de la luna
eran los que me dictaron esta Leyenda,
y dice toda la Verdad siempre es Media,
como la Media Luna de mis ensueños.
El
cielo se une, con el pavo real,
bicéfalo y bello, sin igual,
de
la Luna, reina de la noche serena,
en
una danza cósmica, que llena.
Dos
mundos que chocan,
en suave vaivén,
el
cielo y la tierra, en un solo Edén.
XX.
Lumbre y Palabras de Vida
Así cuenta esta Leyenda,
que cuando la vi en mis ensoñaciones
de cuando le canto a la luna
la vi con una luz de inspiraciones,
y sentí que los rayos de la luna
eran los que me dictaron esta Leyenda,
y dice toda la Verdad siempre es Media,
como la Media Luna de mis ensueños.
Lumbre
y palabras, ¡qué gran poder!,
para crear vida, y hacer florecer,
la
luz del Sol, que da calor y aliento,
las
palabras mágicas, en el firmamento.
Juntas
en armonía, en un canto vital,
lumbre
y palabras, ¡un regalo celestial!
XXI.
Los Diamantes de la Caverna de la Selenia
Así cuenta esta Leyenda,
que cuando la vi en mis ensoñaciones
de cuando le canto a la luna
la vi con una luz de inspiraciones,
y sentí que los rayos de la luna
eran los que me dictaron esta Leyenda,
y dice toda la Verdad siempre es Media,
como la Media Luna de mis ensueños.
Diamantes
brillan, en la caverna oscura,
de
Selenia, bella y pura, tesoros ocultos,
en
la profundidad, belleza y misterio,
en
la realidad. Reflejos de la Luna,
en
su vientre sagrado,
diamantes
de luz,
en
un mundo encantado.
XXIV.
Sembrando Luz en este Mundo
Así cuenta esta Leyenda,
que cuando la vi en mis ensoñaciones
de cuando le canto a la luna
la vi con una luz de inspiraciones,
y sentí que los rayos de la luna
eran los que me dictaron esta Leyenda,
y dice toda la Verdad siempre es Media,
como la Media Luna de mis ensueños.
Sembrando
luz, en este mundo incierto,
con
cada palabra, con cada concierto,
luz
de esperanza, en la oscuridad,
para
guiar almas, a la verdad.
El
Sol y la Luna, en su eterno abrazo,
sembrando
luz, en cada paso.
XXV.
La Estabilidad de Dios
Así cuenta esta Leyenda,
que cuando la vi en mis ensoñaciones
de cuando le canto a la luna
la vi con una luz de inspiraciones,
y sentí que los rayos de la luna
eran los que me dictaron esta Leyenda,
y dice toda la Verdad siempre es Media,
como la Media Luna de mis ensueños.
La
estabilidad de Dios, roca firme,
en
medio del caos, siempre redime,
fe
y confianza, en su poder sin igual,
un
refugio seguro, en el temporal.
Dios
es el centro, el eje, la verdad,
estabilidad
eterna, en la eternidad.
XXVI.
El Pilar de los Treinta y Tres Linteles
Así cuenta esta Leyenda,
que cuando la vi en mis ensoñaciones
de cuando le canto a la luna
la vi con una luz de inspiraciones,
y sentí que los rayos de la luna
eran los que me dictaron esta Leyenda,
y dice toda la Verdad siempre es Media,
como la Media Luna de mis ensueños.
El
pilar se alza, con treinta y tres linteles,
símbolo
de fuerza, en los vergeles,
escalera
al cielo, en cada peldaño,
un
camino de luz, sin engaño.
Treinta
y tres pasos, hacia la perfección,
el
pilar nos guía, con su bendición.
XXVII.
Y hace como trescientos años
Así cuenta esta Leyenda,
que cuando la vi en mis ensoñaciones
de cuando le canto a la luna
la vi con una luz de inspiraciones,
y sentí que los rayos de la luna
eran los que me dictaron esta Leyenda,
y dice toda la Verdad siempre es Media,
como la Media Luna de mis ensueños.
Y
hace como trescientos años, ¡qué cosa rara!,
un
cura jesuita, ¡con vista muy clara!,
anticipó
y previó, ¡con gran osadía!,
lo
que iba a pasar, ¡en profecía!
Trescientos
trece años antes, ¡qué visión!,
que
el Sol nacería, ¡con gran pasión!
XXVIII.
Y que sólo se iba a llamar
Así cuenta esta Leyenda,
que cuando la vi en mis ensoñaciones
de cuando le canto a la luna
la vi con una luz de inspiraciones,
y sentí que los rayos de la luna
eran los que me dictaron esta Leyenda,
y dice toda la Verdad siempre es Media,
como la Media Luna de mis ensueños.
Y
que sólo se iba a llamar, ¡qué coincidencia!,
muy
similar, ¡con gran diferencia!,
como el archiduque, ¡de gran renombre!,
como
el archiduque, ¡don Fernando, hombre!
Un
cura lo previó, ¡con gran certeza!,
don
Anastasio, ¡con gran sutileza!
XXIX.
Y parece una verdadera locura
Así cuenta esta Leyenda,
que cuando la vi en mis ensoñaciones
de cuando le canto a la luna
la vi con una luz de inspiraciones,
y sentí que los rayos de la luna
eran los que me dictaron esta Leyenda,
y dice toda la Verdad siempre es Media,
como la Media Luna de mis ensueños.
Y
parece una verdadera locura, ¡qué desatino!,
que la Iglesia que previó su venida, ¡qué
destino!,
fueron
los que le fastidiaron la vida, ¡qué ironía!,
los
católicos lo acusaron de locura y herejía, ¡qué felonía!
Y
fue en un libro de sagrada hechicería, ¡qué contradicción!,
en
la que el Sol descubrió que un cura, ¡con gran precisión!
XXX.
Fue quien precognoció su venida
Así cuenta esta Leyenda,
que cuando la vi en mis ensoñaciones
de cuando le canto a la luna
la vi con una luz de inspiraciones,
y sentí que los rayos de la luna
eran los que me dictaron esta Leyenda,
y dice toda la Verdad siempre es Media,
como la Media Luna de mis ensueños.
Fue
quien precognoció su venida,
¡qué
misterio!, y Él envió su caduceo volando,
¡con
gran imperio!, en rayo de luz, ¡con gran fulgor!,
dentro del vientre, ¡con gran amor!,
de
la Sacro Santa Emperatriz, ¡qué maravilla!,
o
la Gran Perfecta Argenta Estrella Luna Selenia, ¡qué semilla!
XXXI.
La Estrella Partenogenética, la Sacra Partenomatriz
Así cuenta esta Leyenda,
que cuando la vi en mis ensoñaciones
de cuando le canto a la luna
la vi con una luz de inspiraciones,
y sentí que los rayos de la luna
eran los que me dictaron esta Leyenda,
y dice toda la Verdad siempre es Media,
como la Media Luna de mis ensueños.
La
Estrella Partenogenética, ¡qué nombre tan bello!,
la
Sacra Partenomatriz, ¡un gran destello!
Madre
y estrella, ¡en una sola!,
¡un milagro divino, que nos controla!
La Luna y el Sol, ¡en perfecta unión!,
¡creando
vida nueva, con gran pasión!
XXII.
Y hace como trescientos años
Así cuenta esta Leyenda,
que cuando la vi en mis ensoñaciones
de cuando le canto a la luna
la vi con una luz de inspiraciones,
y sentí que los rayos de la luna
eran los que me dictaron esta Leyenda,
y dice toda la Verdad siempre es Media,
como la Media Luna de mis ensueños.
Y
hace como trescientos años, ¡qué cosa rara!,
un
cura jesuita, ¡con vista muy clara!,
anticipó
y previó, ¡con gran osadía!,
lo que iba a pasar, ¡en profecía!
Trescientos
trece años antes, ¡qué visión!,
que
el Sol nacería, ¡con gran pasión!
XXVIII.
Y que sólo se iba a llamar
Así cuenta esta Leyenda,
que cuando la vi en mis ensoñaciones
de cuando le canto a la luna
la vi con una luz de inspiraciones,
y sentí que los rayos de la luna
eran los que me dictaron esta Leyenda,
y dice toda la Verdad siempre es Media,
como la Media Luna de mis ensueños.
Y
que sólo se iba a llamar, ¡qué coincidencia!,
muy
similar, ¡con gran diferencia!,
como el archiduque, ¡de gran renombre!,
como
el archiduque, ¡don Fernando, hombre!
Un
cura lo previó, ¡con gran certeza!,
don
Anastasio, ¡con gran sutileza!
XXIX.
Y parece una verdadera locura
Así cuenta esta Leyenda,
que cuando la vi en mis ensoñaciones
de cuando le canto a la luna
la vi con una luz de inspiraciones,
y sentí que los rayos de la luna
eran los que me dictaron esta Leyenda,
y dice toda la Verdad siempre es Media,
como la Media Luna de mis ensueños.
Y
parece una verdadera locura, ¡qué desatino!,
que
la Iglesia que previó su venida, ¡qué destino!,
fueron
los que le fastidiaron la vida, ¡qué ironía!,
los
católicos lo acusaron de locura y herejía, ¡qué felonía!
Y
fue en un libro de sagrada hechicería, ¡qué contradicción!,
en
la que el Sol descubrió que un cura, ¡con gran precisión!
XXX.
Fue quien precognoció su venida
Así cuenta esta Leyenda,
que cuando la vi en mis ensoñaciones
de cuando le canto a la luna
la vi con una luz de inspiraciones,
y sentí que los rayos de la luna
eran los que me dictaron esta Leyenda,
y dice toda la Verdad siempre es Media,
como la Media Luna de mis ensueños.
Fue
quien precognoció su venida, ¡qué misterio!,
y
Él envió su caduceo volando, ¡con gran imperio!,
en
rayo de luz, ¡con gran fulgor!, dentro del vientre,
¡con
gran amor!, de la Sacro Santa Emperatriz, ¡qué maravilla!,
o
la Gran Perfecta Argenta Estrella Luna Selenia, ¡qué semilla!
XXXI.
La Estrella Partenogenética, la Sacra Partenomatriz
Así cuenta esta Leyenda,
que cuando la vi en mis ensoñaciones
de cuando le canto a la luna
la vi con una luz de inspiraciones,
y sentí que los rayos de la luna
eran los que me dictaron esta Leyenda,
y dice toda la Verdad siempre es Media,
como la Media Luna de mis ensueños.
La
Estrella Partenogenética, ¡qué nombre tan bello!,
la
Sacra Partenomatriz, ¡un gran destello!
Madre y estrella, ¡en una sola!, ¡un milagro
divino,
que
nos controla! La Luna y el Sol, ¡en perfecta unión!,
¡creando
vida nueva, con gran pasión!
XXXII.
Un día de febrero
Así cuenta esta Leyenda,
que cuando la vi en mis ensoñaciones
de cuando le canto a la luna
la vi con una luz de inspiraciones,
y sentí que los rayos de la luna
eran los que me dictaron esta Leyenda,
y dice toda la Verdad siempre es Media,
como la Media Luna de mis ensueños.
Un
día de febrero, el primero en la lista,
la
Leyenda se escribe, con mano artista,
el
Sol y la Luna, en eterna danza,
creando
poesía, con gran templanza.
XXXIII.
El dos de febrero
Así cuenta esta Leyenda,
que cuando la vi en mis ensoñaciones
de cuando le canto a la luna
la vi con una luz de inspiraciones,
y sentí que los rayos de la luna
eran los que me dictaron esta Leyenda,
y dice toda la Verdad siempre es Media,
como la Media Luna de mis ensueños.
El
dos de febrero, la historia continúa,
la
Luna creciente, su luz insinúa,
el
Sol radiante, su calor nos da,
en
esta Leyenda, que nunca se va.
XXXIV.
Tres de febrero
Así cuenta esta Leyenda,
que cuando la vi en mis ensoñaciones
de cuando le canto a la luna
la vi con una luz de inspiraciones,
y sentí que los rayos de la luna
eran los que me dictaron esta Leyenda,
y dice toda la Verdad siempre es Media,
como la Media Luna de mis ensueños.
El
tres de febrero, la trama se teje,
con
versos y rimas, que el alma refleje,
la
Luna menguante, su brillo es menor,
pero
el Sol persiste, con fuerza y valor.
XXXV.
Cuatro de febrero
Así cuenta esta Leyenda,
que cuando la vi en mis ensoñaciones
de cuando le canto a la luna
la vi con una luz de inspiraciones,
y sentí que los rayos de la luna
eran los que me dictaron esta Leyenda,
y dice toda la Verdad siempre es Media,
como la Media Luna de mis ensueños.
El
cuatro de febrero, la historia avanza,
con
cada palabra, una nueva esperanza,
la Luna y el Sol, en eterno abrazo,
creando
Leyendas, con cada paso.
XXXVI.
Cinco de febrero
Así cuenta esta Leyenda,
que cuando la vi en mis ensoñaciones
de cuando le canto a la luna
la vi con una luz de inspiraciones,
y sentí que los rayos de la luna
eran los que me dictaron esta Leyenda,
y dice toda la Verdad siempre es Media,
como la Media Luna de mis ensueños.
El
cinco de febrero, la Leyenda florece,
con
rimas y versos, que el corazón mece,
la
Luna llena, su luz irradia,
el
Sol brillante, su calor expande.
XXXVII.
17 de julio
Así cuenta esta Leyenda,
que cuando la vi en mis ensoñaciones
de cuando le canto a la luna
la vi con una luz de inspiraciones,
y sentí que los rayos de la luna
eran los que me dictaron esta Leyenda,
y dice toda la Verdad siempre es Media,
como la Media Luna de mis ensueños.
Diecisiete
de julio, el tiempo ha pasado,
pero la Leyenda, no se ha olvidado,
el
Sol y la Luna, siguen su camino,
creando
historias, con eterno destino.
XXXVIII.
FJP
Así cuenta esta Leyenda,
que cuando la vi en mis ensoñaciones
de cuando le canto a la luna
la vi con una luz de inspiraciones,
y sentí que los rayos de la luna
eran los que me dictaron esta Leyenda,
y dice toda la Verdad siempre es Media,
como la Media Luna de mis ensueños.
Fernando
José Padilla, el autor presente,
creador
de esta Leyenda, eternamente,
con
su pluma mágica, nos ha cautivado,
y
en este poema, su alma ha plasmado.
XXXIX.
La tragedia de Eleidina Cruceta
Así cuenta esta Leyenda,
que cuando la vi en mis ensoñaciones
de cuando le canto a la luna
la vi con una luz de inspiraciones,
y sentí que los rayos de la luna
eran los que me dictaron esta Leyenda,
y dice toda la Verdad siempre es Media,
como la Media Luna de mis ensueños.
La
tragedia de Eleidina, un triste relato,
de
una visión negada, un amargo dato,
un
sol que hablaba, en lengua española,
y
un destino trágico, que a todos controla.
XL.
Así cuenta esta Leyenda
Así cuenta esta Leyenda,
que cuando la vi en mis ensoñaciones
de cuando le canto a la luna
la vi con una luz de inspiraciones,
y sentí que los rayos de la luna
eran los que me dictaron esta Leyenda,
y dice toda la Verdad siempre es Media,
como la Media Luna de mis ensueños.
Así
cuenta esta Leyenda, una y otra vez,
la historia se repite, con cada mes,
el
Sol y la Luna, en eterno vaivén,
creando Leyendas, que nunca se ven.
XLI.
Que cuando la vi en mis ensoñaciones
Así cuenta esta Leyenda,
que cuando la vi en mis ensoñaciones
de cuando le canto a la luna
la vi con una luz de inspiraciones,
y sentí que los rayos de la luna
eran los que me dictaron esta Leyenda,
y dice toda la Verdad siempre es Media,
como la Media Luna de mis ensueños.
En
mis ensoñaciones, la Luna aparece, con su luz plateada, que el alma estremece,
y en esos sueños, la Leyenda se crea, con cada palabra, que el corazón desea.
XLII.
De cuando le canto a la luna
Así cuenta esta Leyenda,
que cuando la vi en mis ensoñaciones
de cuando le canto a la luna
la vi con una luz de inspiraciones,
y sentí que los rayos de la luna
eran los que me dictaron esta Leyenda,
y dice toda la Verdad siempre es Media,
como la Media Luna de mis ensueños.
Cuando
le canto a la Luna, mi alma se eleva,
y en esa melodía, la Leyenda se prueba,
con
versos y rimas, que el viento lleva,
y
en cada nota, un nuevo poema se crea.
XLIII.
La vi con una luz de inspiraciones
Así cuenta esta Leyenda,
que cuando la vi en mis ensoñaciones
de cuando le canto a la luna
la vi con una luz de inspiraciones,
y sentí que los rayos de la luna
eran los que me dictaron esta Leyenda,
y dice toda la Verdad siempre es Media,
como la Media Luna de mis ensueños.
Con
luz de inspiraciones, la Luna me guía,
y
en cada rayo, una nueva poesía,
el
Sol y la Luna, en eterna armonía,
creando
Leyendas, con gran valentía.
XLIV.
Y sentí que los rayos de la luna
Así cuenta esta Leyenda,
que cuando la vi en mis ensoñaciones
de cuando le canto a la luna
la vi con una luz de inspiraciones,
y sentí que los rayos de la luna
eran los que me dictaron esta Leyenda,
y dice toda la Verdad siempre es Media,
como la Media Luna de mis ensueños.
Los
rayos de la Luna, mi musa inspiradora,
en cada destello, una nueva metáfora,
el
Sol y la Luna, en eterno abrazo,
creando
Leyendas, con cada trazo.
XLV.
Eran los que me dictaron esta Leyenda
Así cuenta esta Leyenda,
que cuando la vi en mis ensoñaciones
de cuando le canto a la luna
la vi con una luz de inspiraciones,
y sentí que los rayos de la luna
eran los que me dictaron esta Leyenda,
y dice toda la Verdad siempre es Media,
como la Media Luna de mis ensueños.
La
Luna me dictó esta Leyenda, en sueños,
con
versos y rimas, que son mis dueños,
el
Sol y la Luna, en eterna alianza,
creando
historias, con gran elegancia.
XLVI.
Y dice toda la Verdad siempre es Media
Así cuenta esta Leyenda,
que cuando la vi en mis ensoñaciones
de cuando le canto a la luna
la vi con una luz de inspiraciones,
y sentí que los rayos de la luna
eran los que me dictaron esta Leyenda,
y dice toda la Verdad siempre es Media,
como la Media Luna de mis ensueños.
La
Verdad es Media, en esta Leyenda,
un
juego de palabras, que el alma aprehenda,
el
Sol y la Luna, en eterna dualidad,
creando
historias, con gran realidad.
XLVII.
Como la Media Luna de mis ensueños.
Así cuenta esta Leyenda,
que cuando la vi en mis ensoñaciones
de cuando le canto a la luna
la vi con una luz de inspiraciones,
y sentí que los rayos de la luna
eran los que me dictaron esta Leyenda,
y dice toda la Verdad siempre es Media,
como la Media Luna de mis ensueños.
La
Media Luna, símbolo de mis sueños,
donde
la Leyenda cobra empeño,
el Sol y la Luna, en eterno abrazo,
creando
historias, con cada trazo.
XLVIII.
6 de febrero
Así cuenta esta Leyenda,
que cuando la vi en mis ensoñaciones
de cuando le canto a la luna
la vi con una luz de inspiraciones,
y sentí que los rayos de la luna
eran los que me dictaron esta Leyenda,
y dice toda la Verdad siempre es Media,
como la Media Luna de mis ensueños.
Seis
de febrero, la Leyenda termina,
pero
en nuestros corazones, siempre camina,
el
Sol y la Luna, en eterno equilibrio,
creando
historias, con cada suspiro.
XLIX.
Corozal, Puerto Rico
Así cuenta esta Leyenda,
que cuando la vi en mis ensoñaciones
de cuando le canto a la luna
la vi con una luz de inspiraciones,
y sentí que los rayos de la luna
eran los que me dictaron esta Leyenda,
y dice toda la Verdad siempre es Media,
como la Media Luna de mis ensueños.
Corozal,
Puerto Rico, tierra de inspiración,
donde
esta Leyenda encontró su razón,
el Sol y la Luna, en eterno romance,
creando
historias, con cada lance.
L.
FJP
Así cuenta esta Leyenda,
que cuando la vi en mis ensoñaciones
de cuando le canto a la luna
la vi con una luz de inspiraciones,
y sentí que los rayos de la luna
eran los que me dictaron esta Leyenda,
y dice toda la Verdad siempre es Media,
como la Media Luna de mis ensueños.
Fernando
José Padilla, el poeta creador,
de esta Leyenda mágica, con gran amor,
su
pluma nos guía, en este viaje astral,
donde el Sol y la Luna, son nuestro ideal.
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